
ASÍ EMPEZÓ TODO
Nuestra historia como zapateros comienza en 1984 cuando Jesús fabrica tres pares de sandalias unas para él, otras para mí y otras para mi hermano pequeño. Este último creció y en seguida las dejó chicas pero las nuestras resistieron todo un camino de Santiago y aún seguimos utilizándolas durante mucho tiempo.
Al año siguiente crece la familia con nuestra hija mayor y Jesús decide ser zapatero. Empieza por arreglar los zapatos en Monachil, el pueblo de Granada dónde entonces vivíamos, y a hacer sandalias a amigos y conocidos.
EL SUEÑO CRECE
Como los encargos continúan decide buscar ayuda en Eduardo, un zapatero granadino del barrio de Haza Grande, conocido sobre todo por sus zapatos de baile a medida. Con la instrucción y los consejos de Eduardo, Jesús, que ya se atreve también con zapatos de salón, añade a sus encargos los de zapatos de baile y poco a poco va confeccionando de una manera artesana muchos tipos de calzado.
Más tarde llega a hacer calzado ortopédico personalizado para la Ortopedia Gran Capitán de Granada siempre a mano y con métodos tradicionales.
En 1996 se traslada a Cortegana en la Sierra de Huelva y allí sigue trabajando el calzado y participando en ferias artesanas en Aracena, Punta Umbría y la Feria Alternativa de Sevilla.


!HOLA EXTREMADURA!
En 1997 nos cambiamos a la Sierra de Gata, concretamente a Villamiel, en la provincia de Cáceres. Aquí llevamos 19 años viviendo y trabajando y nos sentimos en nuestro pueblo.
Durante un tiempo Jesús alterna la artesanía con trabajos de campo sin descuidar nunca su huerta… Introduce poco a poco la marroquinería en su producción pero nunca abandona su origen de zapatero.
En 2006 decide formar la empresa depie-l a la que yo me uno más tarde. Ese mismo año ingresa en la Asociación para la Promoción de la Artesanía y empieza a comercializar algunos de sus productos en la Sala San Antón de Cáceres. Hoy en día sigue haciéndolo en cada una de las siete tiendas que la Asociación tiene repartidas por Extremadura.
UN NEGOCIO FAMILIAR
Nuestra empresa, depie-l participó en numerosas ferias de artesanía dentro y fuera de la región, algunas en Portugal o en Hungría.
Por un error en el registro, en 2016 hemos cambiado el nombre de la empresa y ahora nos llamamos Loyos Piel. La primera palabra está formada por la primera sílaba de nuestros apellidos (López / Hoyos)
Y para que casi todo quede en familia nuestra hija Rocío colabora con nosotros en diseños gráficos y fotografía; Shanti hace de contacto con la tienda de Cáceres; Aila, la tercera, tuvo que hacernos de traductora en alguna feria y Marcos, el pequeño, está estudiando en Burgos un módulo de marroquinería y piensa dedicarse a esta profesión. Estamos deseando trabajar juntos con la misma ilusión por mejorar que nos ha movido desde hace 32 años.
